El tratamiento de la sudamina infantil deberá llevarse a cabo siguiendo las indicaciones médicas, pero los remedios caseros suelen ser el método más efectivo y menos invasivo para tratarla. Lo más recomendable es dejar la piel afectada del bebé al aire libre y, en caso de que la piel se reseque o agriete, aplicar la pomada que el pediatra aconseje.