La textura de un suelo está relacionada a su apariencia y a la manera en que “se siente”, y depende de los tamaños relativos y las formas de las partículas que lo componen, así como de su distribución de tamaños (Holtz et al, 2011).. Es por eso que los suelos de grano grueso, como las gravas y las arenas, tienen, obviamente, una textura gruesa; mientras que los suelos de grano fino ...