Delicioso comedor mediterráneo a orillas del Cantábrico. Visita imprescindible, las zamburiñas son de diez, nada de sabor a ajo quemado, delicia de aceite y mar. Los arroces exquisitos, el negro, el caldoso con tiñoso y almejas y ya el arroz Mi Candelita, recomendable al cien por cien. Excelente trato y servicio.