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El cambio climático obstaculiza el ejercicio de los derechos culturales y afecta a la conservación de todas las formas de patrimonio y expresiones culturales. Por lo tanto, el patrimonio y la creatividad deben integrarse en los debates y acciones mundiales sobre el cambio climático.
En este artículo exploraremos cómo la cultura influye en el desarrollo humano sostenible, destacando su capacidad para fomentar la cohesión social, preservar el medio ambiente y promover la justicia económica.
La cultura es todo lo que constituye nuestro ser y configura nuestra identidad. Hacer de la cultura un elemento central de las políticas de desarrollo es el único medio de garantizar que éste se centre en el ser humano y sea inclusivo y equitativo. Por Jyoti Hosagrahar.
“El papel de la cultura en el desarrollo resiliente al clima: estrategias para fortalecer el desarrollo sostenible y promover la acción climática transformadora” es una iniciativa lanzada por la Comisión de Cultura de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos
Realizar acciones de formación relacionada con el medio ambiente, la emergencia climática y su dimensión cultural para el personal de los servicios municipales de cultura y para el personal externo pertinente.
La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad.
El patrimonio cultural constituye un activo que debe ser protegido frente a los nuevos riesgos derivados del cambio del clima, pero también es un recurso que puede fortalecer la capacidad adaptativa de las comunidades humanas frente al cambio climático.
Invita a los Estados miembros a compartir buenas prácticas sobre educación climática con una perspectiva cultural. Reconoce la importancia de una participación significativa de la juventud, los profesionales y educadores del ámbito de la cultura, y destaca su rol como agentes de cambio.
En un mundo que enfrenta desafíos ambientales sin precedentes, las organizaciones culturales y los artistas debemos desempeñar un papel clave en la protección de nuestro planeta y la lucha contra el cambio climático.
¿Puede la expresión cultural ayudar a combatir el cambio climático? ¿Pueden los artistas cambiar realmente la relación que tenemos con la naturaleza y redefinir nuestra forma de vivir, producir y consumir?